martes, 26 de abril de 2016

NO DEBEMOS TEMER A LA BONDAD, A LA TERNURA

Hola, mi estimada Lupita:

Me da vergüenza reconocer que soy una mujer dañada desde muy niña, debido a las burlas que enfrentaba debido a mi sobrepeso. Tengo 10 años de casada y tres hijos. Soy muy celosa con mi esposo; comparo mucho a mi hija mayor y siento que le afecto demasiado su autoestima; mi hijo pequeño tiene actitudes violentas e irrespetuosas, que ha aprendido de mí. He llegado a aventarle cosas a mi esposo; es como una fuerza en mi interior que no puedo controlar. Él me ha dicho que quiere ayudarme y que me acerque a Dios, pero siento que mi caso no tiene solución. Te escuché decir que Dios puede construir sobre ruinas, y quiero ese milagro para mí. Ayúdame a conseguirlo, por favor.

Ana Paula






Querida Ana:

Es una bendición el hecho de que puedas reconocer que necesitas ayuda. Auguro para ti progreso y éxito en tu camino hacia la salud emocional.

 Con inteligencia y objetividad, puedes ver que el origen de tu inadecuado manejo emocional puede estar arraigado en heridas recibidas durante la infancia y la pubertad. Por otra parte, adviertes que en ocasiones actúas impulsivamente y, casi sin querer, puedes llegar a comportarte de manera muy violenta.

 Para enfrentar tus debilidades has de desarrollar tus fortalezas. Si ha transcurrido tu vida entre impulsividad y violencia, empéñate en trabajar por conquistar el autodominio y la paz.

 El primer paso será ponerte en manos profesionales. Un especialista en conducta te acompañará en el proceso de descubrir las causas y sanarlas. Simultáneamente, trabaja en un cambio de hábitos, luchando por hacer la Voluntad de Dios en tu vida y venciendo valientemente tu propia voluntad y tendencias.

 Para conocer cuál es la Voluntad de Dios en tu vida, recuerda aquel llamado fuerte que nos hace Jesucristo: “Sed perfectos como vuestro Padre Celestial es perfecto” (Mt 5,38-48). Tenemos un llamado universal a esforzarnos por crecer cada día, a empeñarnos en convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos.

La Universidad de Harvard, en sus Cursos para alcanzar mayor felicidad, nos recomienda desarrollar algunos hábitos que contribuyen a “sacar lo mejor de ti”:

1. Practicar algún ejercicio (al menos caminar 20 minutos al día).
2. Desayunar sanamente y no saltarse este momento de alimentación
3. Ser agradecidos a lo largo del día
4. Pegar recuerdos bonitos, frases y fotos de tus seres queridos por todas partes en casa.
5. Practicar el saludar y ser amables con los demás, especialmente con los de casa.
Tu forma de ser tiene qué ver con los malos hábitos que has adoptado en tu cotidiano vivir. ¡Puedes cambiar tus hábitos!

 El especialista determinará si necesitas algún medicamento; pero, a nivel espiritual, tu Creador y Salvador te llama a sentir su amor y conocer su plan para ti. Lee su Palabra y ayúdate con lecturas espirituales. Un libro extraordinario escrito por Tomás de Kempis, puede ser un gran compañero para ti en estos momentos: “La Imitación de Cristo”. Este documento, escrito especialmente para Monjes, ha sido fuente de inspiración para muchos Santos, y el mundo moderno necesita desesperadamente volver a estos niveles de espiritualidad y de Fe.

 La reflexión con la que empieza, hace eco a las palabras de nuestro Papa Francisco cuando nos pide que no tengamos miedo de la bondad y de la ternura:

 “El que me sigue no anda en tinieblas. Son palabras de Cristo que nos exhortan a imitar su vida y costumbres, si queremos ser de veras iluminados y vernos libres de toda ceguedad del corazón”.


Lupita Venegas

Lupita Venegas/Psicóloga 
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jueves, 21 de abril de 2016

ORACIÓN PARA SALVAR TU MATRIMONIO


Jesús, aquí estamos, los dos frente a ti, como aquel día en que recibimos el sacramento del matrimonio. Como aquel día en que bendijiste nuestro amor. 






Pero ahora Jesús estamos derribados, secos, lejos de ti, sin el agua de tu amor.
Y ya nuestro amor se ha secado, derrama tu Santo Espíritu sobre nosotros, para que nos limpie, nos lave, nos restaure y nos renueve, para que ese amor que tú bendijiste brote nuevamente.


Jesús, corta y libera toda atadura de ambos al pecado, aleja todo espíritu de infidelidad, paséate por nuestra familia, por nuestro hogar, bendice a nuestros hijos, bendice nuestras vidas. Permite, Señor, que yo sea lo que mi esposo/a anhela, y que él/ella sea lo que yo anhelo.


Señor, restaura ese sacramento fuerte por el que estamos unidos. Sana, Jesús.
Jesús, que la Sagrada Familia se mude a mi hogar, para que sepamos criar a nuestros hijos, al estilo de María y José, y para que nuestros hijos sean como Tú. Mándanos a tus santos ángeles, a los arcángeles san Rafael, san Gabriel y san Miguel, para que nos protejan.



Derrama tu preciosa sangre sobre este matrimonio, sobre el hogar, sobre la familia, y Madre María, cúbrenos con tu manto. Amén.

martes, 19 de abril de 2016

EL QUE TIENE UN PORQUÉ, ENCUENTRA CUALQUIER CÓMO

Hola, Lupita:

Pido tu ayuda con urgencia. Las cosas en mi familia están muy mal en todos los ámbitos. En la relación de pareja ya ni siquiera hay lugar para un acuerdo, y en el aspecto económico la situación está más que complicada. Sé que lo primero es lo espiritual, pero tengo la cabeza, las emociones y el físico tan cansados, que ha llegado a mí la desesperanza. Con tal de encontrar una solución, he pensado incluso en el suicidio o en buscar una respuesta con videntes; quizá que alguien nos ha hecho alguna brujería. Sin embargo, hoy que mi mente está más clara, acudo a ti porque sé que tú puedes ayudarme y que lo harás mediante la Palabra de Dios.
                                                               Marissa







Querida Marissa:

Aunque no coincido con el pensamiento existencialista de Friedrich Nietzsche, él acuñó algunas frases que me parecen luminosas; una de ellas es la que presento como título de este Artículo: “Quien tiene un porqué, encontrará cualquier cómo”.

Cuando no sabemos por qué o para qué vivimos, nos sucede lo que estás experimentando: ante las dificultades nos sentimos inmersos en un torbellino del que no podemos salir. Estás viendo un problema sobre otro, y te evalúas pequeña frente a ellos. Es momento, pues, de que te detengas para poner cimientos. Deberás construir sobre ruinas, y esto es posible si pones tu confianza en Dios.

Dice Su Palabra: “Todo el que venga a Mí y oiga mis palabras y las ponga en práctica, es semejante a un hombre que, al edificar una casa, cavó profundamente y puso los cimientos sobre roca. Al sobrevenir una inundación, rompió el torrente contra aquella casa, pero no pudo destruirla por estar bien edificada. Pero el que las haya oído y no las haya puesto en práctica, es semejante a un hombre que edificó una casa sobre tierra, sin cimientos, contra la que rompió el torrente y al instante se desplomó, y fue grande la ruina de aquella casa” (Lc. 6, 47-49).

En esta Lectura encontramos tres instrucciones:

a) Ven a Mí.
b) Oye Mis palabras.
c) Ponlas en práctica.

Cuando tenemos crisis, el enemigo de tu alma te tienta con el cansancio, la desconfianza y la desesperación. No alimentes estos sentimientos; por el contrario, detente, toma un descanso, confía y prepárate a actuar con esperanza, sabiendo que las cosas siempre acaban bien si nos dejamos guiar por la Verdad revelada.

Edifica tu presente y tu futuro sobre roca. Busca al Señor tu Dios en un encuentro con Él; lee, estudia y haz vida su Palabra. Su voz te dice ahora: “Vengan a Mí todos los que están cansados y cargados, y Yo los haré descansar” (Mt. 11, 28).

Prepárate para resolver uno a uno tus conflictos. ¿Hay mala comunicación?, escucha el CD Acaba con tus problemas, no con tu matrimonio. ¿Hay pésimo manejo económico?, escucha el CD de Francisco González sobre Libertad financiera. ¿Quieres que alguien te muestre los pasos concretos para seguir adelante?, el libro de Gabriel Herrán ¿Cómo le hago?, tiene muchas respuestas.

Nuestra Bendita Iglesia ofrece fabulosos medios y recursos: Cruzadas Matrimoniales, Encuentros con Cristo, Cursillos de Cristiandad, Esposas Cristianas (organismos católicos); Retiros de Sanación Espiritual, Grupos de Oración, Congresos Marianos…

Solo considera por qué vives. Dios te ha dado una misión, y ya que eres esposa y madre, es fácil deducir que estás llamada a realizar actos heroicos por amor a Dios y a tu familia. Eres constructora de paz, eres solucionadora de conflictos, ¡eres mujer para la eternidad!


Lupita Venegas

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miércoles, 13 de abril de 2016

UN DIOS PARA NUESTROS TIEMPOS: “YO"


Querida Lupita:

¿Cómo seguir adelante ante una situación de total egoísmo por parte de mi esposo? Nos separamos porque a él le gustan las mujeres y dice que no va a dejar de ligar”, porque así es él. Esta decisión la tomó después de un curso de control mental o algo así. Por orientación de mi Sacerdote, le puse un límite y le pedí que se fuera de casa. Lo hizo de inmediato, pero ahora quiere que nuestros hijos convivan con sus amigas”. ¡Me siento tan confundida! Él es el padre de mis hijos, pero no piensa en ellos ni en mí; ni siquiera en las mujeres a las que engaña. Piensa en sí mismo nada más.

Ana PaulaD.










Muy estimada Ana:

Tenemos una Exhortación Apostólica sobre la misión de la familia en el mundo actual, que nos legó San Juan Pablo II. En ella se nos precisa el sentido y misión de la familia. En el hogar debe gestarse una comunidad de vida y de amor. Cuando no es así, hemos de dar los pasos necesarios para sanar la convivencia en beneficio de todos. A veces, la separación será uno de esos medios que permitan a los miembros de la familia reconsiderar su valor y esmerarse en reconstruirla, a la luz del bien común.

Invita a tu esposo e hijos a formarse en la Fe. Participen de Cursos y Grupos que ofrece la Pastoral Familiar. Conocerán la Verdad, y la Verdad los hará libres (Jn. 8, 32).

Este fenómeno del egoísmo que señalas, ha ido inoculándose en el corazón del hombre del Siglo XXI por cuatro vías, que tienen un eje central común: la ausencia de Dios.

a)    Nuevo orden mundial. Un plan bien diseñado por grupos poderosos, en el que se nos convoca a tener un gobierno único, una sola religión, una sola moneda, etc. Suena agradable, pero también significa más poder en menos manos; y partiendo de una visión antropológica corta, para la cual Dios no existe, se busca el bien” inmediato de la persona y se intenta dar calidad de vida” a los bien dotados.

b)   Nueva Era. Es un tipo de espiritualidad sin compromiso, que exalta al hombre como dios. Nos lleva a una experiencia espiritual basada en sensaciones placenteras. Nos presenta a un dios- energía, un ser impersonal. Impulsa fuertemente a los Movimientos ecologistas. Esto parece muy bueno, desde luego; pero, al no considerar la verdadera dignidad humana, surgen Movimientos que defienden tortugas y ballenas y, al mismo tiempo, justifican y promueven la matanza de niños inocentes mediante el aborto.

c)    Ideología de género. Por ella están enseñando a nuestros hijos a que pueden elegir” su sexo. Les invitan a experimentar el placer practicando relaciones promiscuas de todo tipo.

d)   La cultura de la muerte. En ella se privilegia lo grotesco, lo absurdo. Se desprecia la vida promoviendo la anticoncepción, el aborto, la eutanasia, el suicidio y la eugenesia, entre otros avances científicos”.


Y bajo estos influjos está desarrollándose el hombre de hoy. ¡Urgen familias bien avenidas! ¡No permitamos que avance la destrucción de los hogares cristianos! Es ahí donde aprendemos la verdad; sólo el amor da sentido a nuestra existencia; sólo la virtud humana nos da la felicidad. ¡Construyamos familias con Fe! ¡No más el reinado del YO! ¡Que reine Cristo; que viva Cristo Rey!


Lupita Venegas



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miércoles, 6 de abril de 2016

MI PAPÁ ES INFIEL

Lupita:

Quiero saber hasta qué punto puedo exigirle a mi padre el respeto hacia mi madre. Mi hermana y yo nos enteramos de sus infidelidades con una mujer que es más chica que mi hermana menor. Lo hemos espiado, y él pasa mucho tiempo en casa de ella. Mi hermana y yo somos las únicas de la familia que lo sabemos. La pregunta es: ¿Debemos decirle a mi mamá, o exigirle a mi padre que deje de ver a esa mujer? 
Ana Paola R.







Estimada Ana Paola:

A lo largo de esta semana he recibido varias cartas de jóvenes como tú, que muestran mayor madurez que sus propios padres. Un joven me decía que la causa de su enojo con su progenitor es que “no respeta la casa, llega con amigas y copas a altas horas de la noche”; otra chica mencionaba el alcoholismo en el que ya ha caído su madre, quien esconde las botellas en el clóset y bebe en secreto, pero sin poder ocultar su aliento alcohólico; un niño de diez años me contaba que él prepara la comida de su hermanita, porque su mamá duerme mucho.

¿Cuándo fue que los papás perdieron la brújula? ¿En qué momento histórico los seres humanos dejaron de lado el tema de convertirse en padres responsables y amorosos, modelos a seguir, héroes dispuestos a darlo todo por sus hijos? Parece ser que lo que impera en muchos hogares es un individualismo rampante, un egoísmo atroz, germen de destrucción personal, familiar y social.

Sé que no pocos de mis lectores señalarán que éste es problema de los padres, y los hijos no deben meterse. Es lo que nos hace pensar en esa mentalidad individualista que ya mencioné; pero se trata de una falacia. El problema NO es de los padres, sino de la familia. Todos están involucrados y afectados por las malas decisiones de uno de los miembros, y todos pueden actuar para complicar o facilitar una salida hacia la madurez.

Sin embargo, es importante no juzgar a sus padres, sino honrarlos con sus palabras y obras. Consideren hablar con ellos al mismo tiempo, no para decirles lo que deben hacer, sino para expresar con sinceridad el dolor que ustedes albergan en su corazón. La situación las afecta a ustedes, pero la solución está totalmente en las manos de la pareja que sufre la traición. Frenen ustedes esta batalla que en realidad no les corresponde; no más espiar y buscar evidencias, sino dedicar el tiempo a orar y a formarse.

Con Fe absoluta recen por él, por su esposa y por su amante; rueguen para que los tres se encuentren con la Misericordia de Dios. Estudien en el Catecismo de la Iglesia Católica el sentido del Matrimonio, sus fines, sus cualidades y las ofensas a esta Institución. Compartan con sus padres este conocimiento y prepárense para no cometer los mismos errores en el futuro. Fortalézcanse en el Amor de Dios.

Los adultos de hoy debemos reflexionar acerca de nuestra responsabilidad y compromiso como esposos y padres. Estamos decidiendo en base a sentimientos pasajeros y tiramos por la borda lo que más vale en esta vida: nuestra familia.

Si tú estás andando la vereda peligrosa del adulterio, ¡sal cuanto antes! Evita romper el corazón de los que más debes amar. No cambies a tu mujer por otra; cambia tú con tu mujer, para que ella se convierta en esa compañera que anhelas a tu lado.


Lupita Venegas/Psicóloga 
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